Por: Daniel Uribe, director ejecutivo de Fundación Corona
"Latimpacto es un punto de encuentro para el ecosistema social de Iberoamérica, haciendo de esta conferencia una experiencia única para conectar y fortalecer alianzas en pro del desarrollo y la transformación social."
Con la diversidad, autenticidad y el conocimiento ancestral de Oaxaca como telón de fondo, el encuentro más reciente de Latimpacto, realizado en septiembre de 2024, fue mucho más que un espacio para compartir experiencias.
Desde las primeras horas, el bullicio de ideas y la presencia de fundaciones y organizaciones latinoamericanas crearon una atmósfera propicia para reunir a líderes y lideresas comprometidas con la transformación social en Iberoamérica.
Como Fundación Corona asistimos al evento con una delegación de 5 personas, representando a nuestro país junto a más de 150 colombianos y colombianas de importantes organizaciones nacionales como la Fundación Bolívar-Davivienda, Fundación Saldarriaga Concha, Fundación Santo Domingo, Fundación WWB, Fundación Bancolombia, Fundación SURA, Fundación Zoraida Cadavid, AFE, entre muchas otras que hacen parte del ecosistema de impacto en Colombia.
Este año también tuvimos un rol como organizadores del evento y, así como en años pasados, nuestra participación estuvo motivada por un gran deseo de explorar, compartir y profundizar en temas de innovación social y financiera, y sobre su impacto en la calidad de vida de las personas.
En el primer panel sobre oportunidades en empleo e ingresos para la juventud, compartí un espacio con organizaciones que hacen parte de GOYN (Global Opportunity Youth Network) como la Fundación Copper, Instituto BRF, Fundación “La Caixa” y Anglo American Foundation. El diálogo giró en torno a cómo los modelos de pago por resultados pueden convertirse en herramientas de impacto real para la juventud latinoamericana, destacando estrategias como las "bolsas" de empleo juvenil para ofrecer oportunidades tangibles a los jóvenes.
El segundo panel en el que participé estuvo centrado en el uso de la información para la toma de decisiones estratégicas, e incluyó también a expertos de Brasil, Argentina y México. Durante mi intervención resalté el modelo "Cómo Vamos", una iniciativa de seguimiento de calidad de vida que ha fomentado la toma de decisiones informada en Colombia. Allí expuse cómo los datos pueden ser más que cifras: son un recurso para evaluar la equidad en la calidad de vida y el acceso a oportunidades, lo cual es clave en un mundo saturado de información. De esta conversación quedó un reto claro: el desafío reside en usar los datos de forma efectiva para generar bienestar social.
Más allá de la participación en paneles, nuestra delegación también reafirmó su compromiso con la exploración de nuevas formas de financiamiento, especialmente para impulsar la digitalización.
Rafael Arias, gerente de Educación y Empleo de Fundación Corona, se enfocó en conocer iniciativas que están transformando la realidad económica de las y los jóvenes que trabajan en la informalidad o que generan ingresos a través de micronegocios (este grupo enfrenta el desafío de desarrollar habilidades y recibir orientación socio-ocupacional, una necesidad clave dentro de esta área de impacto). Por su parte, David Páez, gerente financiero de Fundación Corona; Paola Paternina, coordinadora de "Quiero Ser Digital" para GOYN Bogotá y María Paulina Gómez, líder del programa "MÁS Pago por Resultados" (iniciativas que administramos y acompañamos desde la Fundación) mantuvieron reuniones estratégicas con aliados como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Instiglio, Social Finance y ACDI/VOCA.
El evento fue también una lección de respeto y reconocimiento hacia las identidades locales. La filantropía basada en la confianza y el saber ancestral resonaron entre nosotros los asistentes, invitándonos a reflexionar sobre el valor de construir soluciones desde lo local.
Una experiencia memorable fue el taller de alebrijes, donde los artesanos crearon un modelo de economía circular con base en técnicas indígenas que representa una enseñanza sobre cómo las poblaciones construyen soluciones desde su propio contexto y cultura. Algo que debemos reconocer y valorar profundamente.
Otro tema que capturó mi interés fue la filantropía catalítica: confianza, sistema y otros principios en los que la fundación se orienta. Desde Fundación Corona, estamos comprometidos en proponer innovaciones basadas en estos mismos valores de cambio y colaboración.
Latimpacto fue, en resumen, un espacio de cercanía y relación con otros financiadores donde encontré, una vez más, una excelente oportunidad para conectar con el ecosistema social de Iberoamérica. Para Fundación Corona, este evento no solo fue una plataforma de visibilización de nuestras iniciativas, sino que también una fuente de aprendizajes para enriquecer nuestros proyectos futuros. Como dijo Lorena Guillé-Laris de Fundación FEMSA, y que resonó en el público: “podemos ver constelaciones donde los demás sólo ven estrellas”.
Hallazgos desde la Gerencia de Educación y Empleo
Por: Rafael Arias, gerente de Educación y Empleo de Fundación Corona
En el marco de Latimpacto 2024 tuve la oportunidad de asistir a la visita llamada "Manos Mágicas Tejiendo Realidades," organizada por la manufacturera Someone Somewhere, donde fue testigo de cómo una empresa social puede generar valor, desarrollar capacidades y crear ingresos sostenibles para pequeños emprendedores. Someone Somewhere asegura el uso de materiales reciclados para que una comunidad de tejedores confeccione hilos y telas que luego se integran en productos textiles diseñados con inteligencia artificial, comercializados tanto en boutiques como a grandes clientes. Hoy en día, muchos de estos tejedores son dueños de sus propios telares, han comenzado a generar empleo y han logrado preservar una tradición artesanal de Oaxaca.
Esta experiencia reforzó la importancia de valorar y promover el conocimiento y las prácticas ancestrales, lo que nos dejó profundamente inspirados a quienes asistimos a la visita.
Así mismo, algunos paneles como “Cadenas de valor sostenibles como herramientas de desarrollo e inclusión”, “Cómo lograr que los principios ASG lleguen a las PYMES," e "Innovación en las cadenas de valor para el impacto social en América Latina", demostraron que las empresas sociales intermedias son piezas clave del rompecabezas. Estas empresas no solo agregan el valor que espera el consumidor final, sino que también conectan a las pequeñas unidades productivas con flujos de ingreso y capital sostenibles.
Reflexiones desde el Marketplace Quiero Ser Digital
Por: Paola Paternina, coordinadora de "Quiero Ser Digital" para GOYN Bogotá
Aproveché el espacio de Latimpacto 2024 para profundizar mi conocimiento en modelos innovadores de colaboración y financiamiento que promuevan la inclusión digital de jóvenes en Latinoamérica. De lo que escuché en diversos paneles y conferencias, destaco el potencial de conectar estrategias de financiamiento mixto y tecnología de impacto con programas como los fondos de formación y empleo para jóvenes. Este enfoque se alinea con la misión de Quiero Ser Digital de impulsar trayectorias formativas que respondan a la creciente demanda de competencias digitales en el mercado laboral actual, permitiendo que los jóvenes con potencial se integren de forma sostenible a la economía digital.
Asimismo, de la experiencia destaco la presencia de organizaciones aliadas y la posibilidad de entablar relaciones con otros actores del ecosistema, pues permitió visualizar proyectos concretos para fortalecer la inserción laboral de los jóvenes colombianos en un contexto regional.
Del evento, también resalto la importancia de compartir experiencias que combinen inversión de impacto y tecnología como un motor de inclusión social, elementos que enriquecerán los programas de Quiero Ser Digital y fortalecerán su impacto en comunidades vulnerables de Colombia.
Reflexiones desde el programa “Más Pago por Resultados”
Por: María Paulina Gómez, líder del programa "MÁS Pago por Resultados"
“La conversación basada en resultados es una conversación, especialmente, sobre impacto”
Colombia se ha posicionado en el centro de la conversación sobre financiación basada en resultados. Distintos actores del ecosistema en Latinoamérica han tomado como referencia el ejemplo del país, especialmente el liderado por SIBsCo, junto a SECO, el BID y Fundación Corona. Durante Latimpacto 2024, escuché esta discusión desde diversas perspectivas, incluyendo la de actores colombianos como Inversor, expertos técnicos como Instiglio y casos internacionales como Costa Rica.
Una de las principales conclusiones de estas conversaciones fue la importancia de alinearnos en el impacto que todos buscamos alcanzar. Para lograrlo, el capital filantrópico desempeña un rol esencial al catalizar, impulsar, promover y facilitar la innovación. Solo después de establecer esta base, podemos explorar mecanismos para amplificar ese impacto.
Como dijo Sawa Nakagawa de AlphaMundi Foundation: “If you want to go fast, go alone. If you want to go far, go together”. Este mensaje subraya la importancia de la colaboración entre sectores público y privado, así como entre actores del ecosistema, destacando que el trabajo no solo debe ser sistémico, sino también estar fundamentado en principios y alianzas sólidas que multipliquen el impacto.