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De los datos y la información hacia herramientas para empoderar a la ciudadanía.

De los datos y la información hacia herramientas para empoderar a la ciudadanía.

Es un hecho que en Colombia los datos abiertos ya no son un tema desconocido y totalmente sin explorar; sin embargo, en Fundación Corona consideramos que el camino por recorrer para consolidar una cultura de involucramiento ciudadano y gobiernos participativos, transparentes y abiertos, aún tiene bastante barreras y brechas que debemos mitigar.

 

Es un hecho que en Colombia los datos abiertos ya no son un tema desconocido y totalmente sin explorar. De hecho, el mes pasado, Bogotá fue sede del encuentro más importante de América Latina sobre datos abiertos y tecnologías de código libre, conocido como , en el que organizamos un taller sobre ciudades inteligentes, datos abiertos y tecnologías para la ciudadanía.

Este evento regional es una oportunidad para que la sociedad civil, los gobiernos y el sector privado compartan buenas prácticas, experiencias de éxito y aprendizajes dirigidos a lograr mayor transparencia y participación ciudadana a través de las herramientas tecnológicas.

Pese a que hitos como este evento hacen que el tema ya no sea nuevo y este empezando a sonar cada vez más en la agenda de distintas instituciones, en Fundación Corona consideramos que el camino por recorrer para consolidar una cultura de involucramiento ciudadano y gobiernos participativos, transparentes y abiertos, aún tiene bastante barreras y brechas que debemos mitigar.

Es por esto que a través de nuestro estrategia de Civic Tech (herramientas de código libre que permiten un mayor involucramiento ciudadano en asuntos que afectan su calidad de vida) nos enfocamos en las siguientes brechas, las cuales consideramos podemos resolver a través de las tecnologías para la ciudadanía: 1. la falta de información organizada para decisiones informadas; 2. el poco interés ciudadano en la participación, dada la desconfianza en el Estado y en los mecanismos para involucrarse; 3. y la poca cultura de rendición de cuentas por parte de los actores públicos.

La primer brecha (falta de información organizada para decisiones informadas) es de hecho la justificación de los esfuerzos que se han realizado a nivel de gobierno y sociedad civil para la apertura de la información pública a través de plataformas de datos abiertos. Sin embargo, facilitar el acceso a datos a través de plataformas de datos abiertos no garantiza que el usuario final los pueda consumir. Los datos por sí solos no generan conocimiento, requieren de un tratamiento técnico y estadístico riguroso para que puedan aportar información útil al usuario final. De esta manera, una vez superadas las barreras técnicas de la apertura de datos -etapa en la que están concentrados la mayoría de los gobiernos actualmente-, el mayor reto que enfrentan posteriormente este tipo de plataformas es cómo presentar la información para que los datos abiertos efectivamente generen valor al usuario.

 

 

Es por esto que durante el evento de Abrelatam, presentamos la , la primera plataforma de datos abiertos de la sociedad civil que lanzamos junto a la Red de Ciudades Cómo Vamos a comienzos de 2016. La nueva versión de Ciudatos, cuenta con una aplicación para obtener mejores visualizaciones con el objetivo de generar conocimiento a través de datos consumibles y comunicables para el usuario final. Su diseño, opciones de gráficos y mapas permiten que las personas comprendan y generen análisis a partir de la información. Esto no es nada diferente a una lógica de comunicación de una gran cantidad de datos muy técnicos, y de difícil comprensión para las personas que son ajenas a los temas especializados que generalmente contienen las plataformas de datos abiertos.

“Si nuestro objetivo es empoderar a la sociedad civil organizada con información, de nada nos sirve generar acceso a datos si las personas no los consumen. Los datos por sí solos no generan conocimiento, requieren de un tratamiento técnico y estadístico riguroso y deben ir acompañados por una lógica de comunicación hacia el usuario final”

 

Una vez avanzamos en cerrar las brechas frente al acceso y uso de los datos, nos enfrentamos a un segundo reto: ¿cómo lograr que las personas participen y se involucren en el proceso de toma de decisiones?

En Colombia, de acuerdo a la encuesta de opinión pública del Dane de 2015, 5 de cada 10 (50%) personas conoce por lo menos un espacio de participación ciudadana, pero el 64% considera que no son efectivos, y 6 de cada 10 (60%) esta? totalmente de acuerdo con que los ciudadanos participan siempre que tengan un beneficio particular. Frente a la confianza en la democracia representativa, de acuerdo al Barómetro de las Américas, en 2015 el 63,8% de los ciudadanos apoyan a la democracia como la mejor forma de gobierno, la tasa más baja en 10 años; sólo el 40% de las personas manifiestan tener confianza en el congreso, el 29,7% en los partidos políticos, y el 42% en las elecciones.

Estos datos reflejan la grave crisis de confianza en las instituciones de democracia representativa debido, en parte, a la poca cultura de rendición de cuentas existente en Colombia. Nuestra respuesta a esta problemática dentro de nuestra estrategia de Civic Tech es la democracia digital, la cual la comprendemos como aquellas plataformas tecnológicas que acercan al ciudadano a las decisiones de política pública, y que ayudan a cerrar la importante brecha para la participación ciudadana. La iniciativa , es nuestra más reciente apuesta en esa dirección, la cual pretende a partir de 2017, desarrollar dos herramientas tecnológicas para el involucramiento ciudadano.

El primer piloto que se desarrollará desde esta iniciativa será una aplicación de democracia representativa que facilite una interlocución virtual entre votantes registrados y concejales en diferentes ciudades del país. A través de esa herramienta, se espera incidir en los resultados de las votaciones en estos cuerpos colegiados, acercando a los representantes elegidos con los votantes. Un segundo piloto será la plataforma de intermediación de causas, a través de la cual se visibilizarán aquellos mecanismos/demandas ciudadanas que logren una mayor acogida en la población, y se les brindará intermediación legal y política para que puedan generar las conquistas reales.

Dado el reto existente para el éxito de los mecanismos no formales de participación, esta plataforma será un excelente piloto para probar si las herramientas tecnológicas pueden llegar a ser la respuesta para cerrar las brechas descritas hacia un involucramiento ciudadano efectivo en asuntos públicos.

Estamos seguros que, a pesar de nuestras limitaciones como grupo de sociedad civil para lograr resolver problemáticas estructurales del país, a través de estos proyectos aportamos buenas prácticas para que sean replicadas por otros actores, sumando esfuerzos dirigidos a resolver el gran reto de la democracia representativa en el siglo XXI: la participación ciudadana

 

Ángela Escallón

Directora Fundación Corona

**Este arítculo se publicó originalmente en la Silla Vacía, el 12 de diciembre de 2016.

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